Las extensiones hacia atrás crean espacio, abren nuevos caminos y provocan sentimientos bonitos. Son todo lo contrario a cerrar y a encerrarse, son luz. Les sientan bien a tu columna, a tus pulmones y a tu estómago. Te sientan bien a ti. Las extensiones hacia atrás son mucho más que doblarse hacia atrás.
Para poder doblarse hacia atrás sin riesgo a hacerse daño, es necesario abrir los hombros, el pecho, los muslos… Abre la parte frontal de tu cuerpo y vive la magia de abrir el corazón.