El equilibrio es complicado. Las posturas de equilibrio son retadoras. Requieren fuerza, no sólo física sino también emocional. La mirada y la respiración tienen mucho que ver con el equilibrio. Tu mirada es tu equilibrio, tu concentración y tu intención, así que utiliza el poder de la mirada para mantenerte en equilibrio de una manera firme pero relajada al mismo tiempo. Y respira, respira profundamente. Una respiración profunda y suave, sin agresividad y sin violencia será la mejor compañera de viaje.
Y sí, puede que te caigas pero ¿sabes?, no pasa nada. Puedes volver a intentarlo una y otra vez, hoy y mañana. Al fin y al cabo, tienes toda la vida para intentarlo.
Ana
Paola